La Armada de China dio un paso más en su modernización con la botadura oficial del buque de asalto anfibio ‘Sichuan’, perteneciente a la clase 076. El evento se llevó a cabo este viernes en el astillero Hudong-Zhonghua, ubicado en Shanghái. Este buque, diseñado para operaciones en mares distantes, permitirá el despliegue de tropas mediante lanchas de desembarco y brindará apoyo aéreo con aviones y helicópteros.
El ‘Sichuan’, con un desplazamiento superior a las 40.000 toneladas, cuenta con tecnología avanzada, como una catapulta electromagnética para el lanzamiento directo de aviones de combate. Según la televisión estatal CCTV, esta embarcación representa un avance significativo en las capacidades de combate de la Armada china, reforzando su proyección en el mar y promoviendo su transformación estratégica.
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Tras la ceremonia de botadura, el buque iniciará una fase de pruebas que incluirá la instalación de equipos y ensayos tanto en puerto como en el mar, antes de entrar en servicio activo. Este navío es el más grande de su tipo en China, superando a los buques de la clase 075, lanzados por primera vez en 2019.
China enfrenta disputas territoriales en el mar de China Meridional con países como Filipinas, Malasia y Vietnam, y en el este con Japón por las islas Senkaku o Diaoyu, mientras continúa reivindicando su soberanía sobre Taiwán. Estas tensiones han motivado la expansión y modernización de su flota naval.
El gigante asiático, que posee la armada más grande del mundo, también trabaja en el desarrollo de un portaaviones de propulsión nuclear, lo que reforzará aún más su capacidad de operar en aguas lejanas sin depender de bases de reabastecimiento. Este esfuerzo se suma al despliegue del portaaviones ‘Fujian’, botado hace un par de años, consolidando su posición en la carrera armamentística global.
Fuente: DW.
Imagen: Li Yun/Xinhua/picture alliance.