Ana Pereira lidera un estudio que busca estimar el momento de la muerte a partir del análisis genético de pupas halladas en cadáveres.
Una investigadora del CONICET Patagonia Confluencia, Ana Pereira, avanza en el desarrollo de nuevas herramientas para pericias forenses a partir del estudio de moscas califóridas, que suelen colonizar cuerpos humanos poco después del fallecimiento. El trabajo, publicado en International Journal of Legal Medicine, propone un método innovador: estimar el momento de la muerte analizando la actividad de genes en pupas.
Pereira explicó que el ciclo de vida de estas moscas —que comienza con huevos, sigue con tres fases larvales y culmina con la pupa— varía según la especie y la temperatura ambiente. En las fases larvales, los forenses ya pueden estimar la edad del insecto midiendo el cuerpo. Sin embargo, durante la etapa de pupa, cuando ocurre la metamorfosis interna, el análisis se complica porque no hay cambios visibles.
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Para resolver este obstáculo, el equipo analizó la expresión de seis genes clave a lo largo del desarrollo pupal. Uno de ellos, por ejemplo, está activo al formar las alas en los primeros días, pero se apaga hacia el final del proceso. Con estos datos, lograron identificar qué genes están más o menos activos en distintos momentos.
Esto permite estimar con mayor precisión cuántos días lleva desarrollándose una pupa sobre un cuerpo, y por ende, calcular el momento aproximado de la muerte. Aunque esta técnica aún no se aplica de forma rutinaria, ya generó herramientas gráficas útiles para el trabajo forense.
«Lo que hicimos representa un gran avance», aseguró Pereira, y destacó que es un campo en expansión, con enorme potencial para mejorar la precisión de las pericias en casos judiciales.
Fuente y fotos: Área de Comunicación CONICET Patagonia Confluencia.