El gobierno de Colombia ha comenzado negociaciones con China para integrarse a la iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda, un proyecto estratégico de infraestructura liderado por el gigante asiático.
El ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, anunció la formación de un grupo de trabajo conjunto entre ambos países para discutir los términos de la adhesión. Esta integración se espera que ocurra en «un tiempo prudencial», según Murillo.
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Durante una rueda de prensa en Pekín, el canciller subrayó que Colombia no busca ayuda, sino colaboración, y destacó la independencia de la política exterior colombiana. El proyecto, diseñado para aumentar la influencia geopolítica y comercial de China, ha generado tanto entusiasmo por las oportunidades de desarrollo como escepticismo debido a los posibles riesgos de endeudamiento y dependencia de Pekín.
Colombia, que ya ha adjudicado a empresas chinas importantes proyectos de infraestructura, aún no se ha unido formalmente al programa, aunque otras naciones de Latinoamérica ya lo han hecho. Murillo resaltó la importancia de contar con apoyo de aliados globales, como China y Estados Unidos, para movilizar los recursos necesarios en sectores clave para el desarrollo de América Latina.
Fuente: DW.
Foto: AP.