Descubrir un panal de abejas en el jardín puede generar temor, pero no siempre es una emergencia.
Estos insectos son vitales para el ecosistema y su remoción debe hacerse de manera segura, respetuosa y efectiva. La clave está en aplicar técnicas que eviten el uso de pesticidas y recurrir a expertos para un traslado adecuado.
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El primer paso recomendado es utilizar humo, una señal natural de alerta para las abejas. Este procedimiento las induce a abandonar temporalmente el panal sin mostrarse agresivas. Luego, se aplican aromas como menta, ajo, canela o citronella, que actúan como repelentes naturales, ayudando a disuadirlas de regresar.
Una vez reducido el riesgo, un apicultor capacitado debe encargarse de retirar el panal. Este paso es crucial: no solo garantiza la seguridad de las personas, sino que permite reubicar a las abejas en un entorno más adecuado, preservando su función en la polinización.
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Además, se aconseja realizar la operación al atardecer o al amanecer, momentos del día en los que las abejas están menos activas, lo que reduce la posibilidad de picaduras y facilita la remoción del nido sin conflictos.
Evitar soluciones improvisadas o el uso de químicos agresivos es fundamental. Proteger a las abejas, cada vez más amenazadas a nivel global, también es una forma de cuidar el ambiente y contribuir a la biodiversidad desde casa.
Fuente: TyC Sports.