Con el fin del cepo cambiario en Argentina y el inicio de un sistema de tipo de cambio flotante dentro de bandas, los bancos volvieron a fijar libremente el precio del dólar, generando importantes diferencias entre entidades.
Según lo anunciado por el Banco Central, el dólar puede fluctuar entre $1.000 y $1.400, y dentro de ese margen, cada banco ajusta su precio según criterios propios.
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Al mediodía de este miércoles , la cotización electrónica del dólar mostró una brecha de hasta $50 por unidad entre la oferta más baja y la más alta. Esto implica que al comprar US$1000, una persona podría gastar $50.000 más o menos dependiendo de la entidad bancaria elegida, lo que pone en valor la comparación previa a realizar operaciones importantes en divisa extranjera.
Los bancos Credicoop y Macro lideran el ranking de conveniencia, con un precio de $1180 por dólar, mientras que el Banco Ciudad se ubica en el extremo opuesto, vendiéndolo a $1230. Esta diferencia del 4% puede parecer mínima, pero se vuelve significativa en transacciones mayores, como compras para viajes, inmuebles o ahorros personales.
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La dispersión de precios responde a decisiones internas de cada banco, que definen sus estrategias en función de su liquidez, estructura de costos y volumen de operaciones en dólares. Al no existir un valor oficial único, el consumidor financiero debe prestar atención y comparar cotizaciones para no pagar de más.
Tras años de fuertes restricciones al acceso al dólar, el mercado cambiario argentino empieza a mostrar mayor dinamismo y transparencia. La libertad para operar en divisas también exige una mayor atención del público ante las diferencias de precios que se presentan en un escenario más competitivo.
Fuente: LA NACIÓN.