La alimentación consciente es una práctica que va más allá de elegir qué comer: implica prestar atención al acto de alimentarse, reduciendo distracciones y escuchando las señales del cuerpo. En diálogo con Radio 3, la licenciada en nutrición Julia Sánchez Parma explica cómo adoptar este hábito puede mejorar la salud y el bienestar.
Comer de manera consciente implica tomarse el tiempo para disfrutar los alimentos, sin apuros ni distracciones como el celular o la televisión. Esto ayuda a reconocer la sensación de saciedad y evitar el exceso de comida. Además, es fundamental mantener una alimentación variada y equilibrada, incorporando frutas, verduras y fuentes de fibra.
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La planificación semanal es clave para lograr una alimentación saludable sin caer en opciones poco nutritivas. Tener preparaciones listas en la heladera o el freezer facilita la elección de comidas caseras y equilibradas. También es importante distribuir la ingesta a lo largo del día para mantener niveles de energía estables.
Otro aspecto relevante es la hidratación. Aunque el mate y las infusiones aportan líquidos, el agua sigue siendo fundamental para el correcto funcionamiento del organismo. Sánchez Parma recomienda tener siempre una botella de agua a mano para mantenerse hidratado.
Cada persona tiene necesidades nutricionales distintas según su estilo de vida. Sin embargo, hay pautas generales que benefician a todos, como priorizar alimentos naturales y evitar procesados en exceso. Pequeños cambios en la rutina pueden marcar una gran diferencia en la salud.