Mantené tu alacena limpia y segura con estos prácticos consejos para prevenir la invasión de hormigas, polillas y gorgojos.
La alacena es uno de los espacios más importantes de la casa cuando se trata de mantener la seguridad e higiene de los alimentos. Sin embargo, insectos como hormigas, polillas y gorgojos pueden ser una amenaza constante, atraídos por restos de comida, humedad y un mal almacenamiento. A continuación, te presentamos algunos consejos prácticos para evitar que estos intrusos lleguen a tu despensa.
1. Realizá una limpieza profunda y regular
Una limpieza mensual de la alacena es esencial para evitar que los insectos encuentren un hogar en ella. Asegurate de vaciar los estantes, retirar migas, restos de alimentos y polvo. Usá agua caliente con vinagre blanco para limpiar y desinfectar las superficies, aprovechando que el vinagre también actúa como repelente natural. No olvides secar bien todo antes de volver a colocar los productos.
2. Revisá los productos al comprarlos
Antes de llevar cualquier producto a casa, revisá bien los empaques, especialmente los de alimentos secos como arroz o harinas. Es importante asegurarse de que no estén dañados o hayan sido manipulados. Además, guardá los alimentos con fechas de vencimiento más cercanas al frente para evitar que se pasen y se conviertan en un atractivo para los insectos.
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3. Usá envases herméticos
Guardar los alimentos en sus envases originales puede ser un error, ya que muchas veces no protegen contra los insectos. Los frascos de vidrio, recipientes plásticos con tapa hermética o bolsas con cierre son ideales para mantener los alimentos secos seguros. Además, estos envases ayudan a conservar la frescura de los productos y evitar la contaminación cruzada.
4. Colocá repelentes naturales
Si querés evitar usar químicos, podés optar por repelentes naturales como hojas de laurel, romero, menta o clavos de olor. Colocar ramitas de romero o algunas hojas de laurel en los estantes ayudará a mantener a raya a hormigas y polillas. Los clavos de olor son eficaces para ahuyentar insectos voladores y se pueden colocar en pequeños recipientes o bolsitas de tela.
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5. Controlá la humedad y la temperatura
La humedad favorece el crecimiento de moho y la proliferación de insectos. Utilizá desecantes como gel de sílice o recipientes con arroz para reducir la humedad en la alacena. Además, asegurate de que el espacio esté en un lugar fresco y seco, alejado de fuentes de calor, ya que los insectos prefieren ambientes cálidos.
6. Desechá los productos vencidos
Los alimentos vencidos son un imán para los insectos. Revisa periódicamente la fecha de vencimiento de los productos y desechá aquellos que ya no estén en buen estado. Mantener una buena organización, colocando los productos más antiguos al frente, facilita su consumo antes de que se deterioren.
Fuente: La Nación.
Foto: IStock.