Cinco cuerpos calcinados fueron encontrados en la madrugada del domingo dentro de un autobús incendiado en el puerto de Acapulco, Guerrero, al sur de México. El macabro hallazgo fue confirmado por autoridades locales luego de que se recibiera un reporte de un vehículo en llamas en plena vía pública.
Elementos del cuerpo de bomberos acudieron al lugar para sofocar el fuego, y al ingresar al interior del colectivo descubrieron los restos humanos completamente carbonizados. La Secretaría de Seguridad Pública estatal indicó que se inició una investigación para esclarecer las circunstancias del crimen y dar con los responsables.
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Acapulco, uno de los destinos turísticos más conocidos del Pacífico mexicano, ha sido golpeado fuertemente por la violencia vinculada a bandas del crimen organizado. Grupos armados se disputan el control de rutas estratégicas para el narcotráfico y la extorsión, generando un clima de permanente inseguridad.
A pesar del despliegue de fuerzas militares en los últimos años por parte de distintos gobiernos, los niveles de violencia no han disminuido de forma sostenida. La región es una de las más conflictivas del país, con constantes enfrentamientos, desapariciones y asesinatos.
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Desde diciembre de 2006, cuando se puso en marcha una cuestionada estrategia antidrogas que involucró a las Fuerzas Armadas, más de 480.000 personas han sido asesinadas en México. El reciente hallazgo en Acapulco se suma a una lista cada vez más extensa de hechos atroces que reflejan la gravedad de la crisis de seguridad.
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