Marcela Pedraza, fisioterapeuta colombiana, jamás pensó que el estrellato llegaría a su vida al borde de cumplir 60 años.
En pleno aislamiento por la pandemia de 2020, su curiosidad por el mundo digital la llevó a crear contenido en redes. Hoy, con casi dos millones de seguidores en Instagram, su experiencia es un ejemplo del impacto positivo —y también desafiante— que puede tener la fama tardía.
MIRÁ TAMBIÉN | Cómo activar el tierno «modo capibara» en WhatsApp
Todo comenzó cuando, en el encierro, decidió volcar años de estudio en contenido accesible para todos. “Soy la reina del cuaderno”, dice entre risas. Acostumbrada a escribir resúmenes y reflexionar por escrito, vio en las redes una oportunidad para compartir su conocimiento. Así nació PilatesMarcelaPedraza, una cuenta donde explica la importancia del movimiento consciente y saludable del cuerpo.
Su lenguaje claro, su carisma y su enfoque profesional la convirtieron rápidamente en una referente del bienestar corporal. Pero el camino hacia la popularidad no estuvo libre de dificultades. “El estrés de la fama me reventó en la cara”, reconoce, al referirse a la presión constante por generar contenido, la crítica en línea y la exposición pública que nunca antes había experimentado.
MIRÁ TAMBIÉN | Cibercrimen récord: EE.UU. perdió USD 16.600 millones
A diferencia de los jóvenes influencers que crecen con la tecnología, Marcela debió aprender todo desde cero. Desde edición de videos hasta el algoritmo de Instagram, su curva de aprendizaje fue intensa. No obstante, se mantuvo fiel a su misión: dejar un legado útil y educativo. “O me retiro o me muero, y todo lo que he aprendido tiene que servir para algo”, afirma con convicción.
Hoy, más allá del ruido de las redes, Marcela representa una historia inspiradora. Una mujer que convirtió el encierro en oportunidad, y que demuestra que nunca es tarde para reinventarse ni para compartir valor real con el mundo.
Fuente: BBC.