Un hallazgo en Kenia reveló que el Homo erectus y el Paranthropus boisei compartieron territorio, dejando evidencia de su coexistencia en un paisaje lleno de vida salvaje.
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Un sorprendente descubrimiento de huellas fosilizadas en la orilla del lago Turkana, en Kenia, sugiere que dos especies humanas antiguas coexistieron hace 1,5 millones de años. Investigadores identificaron rastros dejados por el Homo erectus y el Paranthropus boisei, dos especies con características físicas y dietas muy diferentes, que habrían compartido hábitat en una región repleta de vida salvaje, incluidos cocodrilos, hipopótamos y cigüeñas gigantes de 2 metros de altura.
El hallazgo, liderado por Kevin Hatala, profesor de biología en la Universidad Chatham, fue publicado en la revista Science. “Es alucinante encontrar huellas no solo de una, sino de dos especies caminando en el mismo lugar”, afirmó Hatala, destacando que ambas especies probablemente interactuaron al cruzarse en un territorio común.
Las huellas fueron descubiertas en 2021 durante excavaciones en Koobi Fora, al este del lago Turkana, y se encuentran preservadas en sedimentos bajo una capa de ceniza volcánica datada en 1,52 millones de años. El equipo expuso un tramo de 23 metros cuadrados en el que se identificaron 12 huellas alineadas del Paranthropus boisei y tres huellas aisladas del Homo erectus, lo que sugiere que ambas especies coexistieron en el mismo lugar con apenas horas o días de diferencia.
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El estudio analizó las características anatómicas de las huellas, concluyendo que los patrones de marcha de P. boisei eran diferentes de los de H. erectus. Mientras que el primero tenía mandíbulas robustas adaptadas a una dieta basada en plantas, el segundo, de aspecto más humano, era un omnívoro que prosperaría durante un millón de años más, mientras que P. boisei se extinguió cientos de miles de años después.
El descubrimiento representa la primera evidencia física de la coexistencia de dos especies humanas en un mismo lugar y tiempo. Briana Pobiner, investigadora del Museo Smithsonian, destacó: “Tal vez se miraron con recelo, compitieron o simplemente se ignoraron. Este hallazgo nos permite vislumbrar su coexistencia de la manera más tangible posible”.
Fuente y foto: CNN Español