En la Isla de Barra, Escocia, se encuentra el único aeropuerto donde las pistas desaparecen con la subida del mar. Su historia y curiosidades.
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Observar el despegue y aterrizaje de aviones es una pasión para muchas personas, pero pocos han presenciado algo tan inusual como lo que ocurre en el Aeropuerto de Barra, en Escocia. Ubicado en la pequeña Isla de Barra, este es el único aeropuerto del mundo donde los aviones utilizan la playa como pista de aterrizaje.
Las operaciones en Barra dependen completamente de la marea. Cuando el nivel del mar sube, las pistas desaparecen, imposibilitando la llegada y salida de aeronaves. Debido a esta particularidad, el aeropuerto califica como STOL (Short Take-Off and Landing), es decir, diseñado para despegues y aterrizajes cortos.
La primera vez que la playa fue utilizada como pista de aterrizaje fue el 14 de junio de 1933, aunque los vuelos regulares comenzaron el 7 de agosto de 1936. Desde entonces, el aeropuerto funciona todos los días, con un horario limitado: de lunes a sábado, entre las 10:30 y las 15:30, y los domingos, de 11:30 a 12:45. Los vuelos están a cargo de la aerolínea escocesa Loganair, que opera conexiones con Glasgow y Benbecula, otra de las islas Hébridas.
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El aeropuerto cuenta con tres pistas, que están señalizadas con postes de madera elevados. Como no tiene iluminación propia, sólo opera durante el día. Sin embargo, en casos de emergencias médicas nocturnas, los habitantes de la isla encienden las luces de sus autos y los alinean para formar una pista improvisada.
A pesar de que en Barra residen solo 1.200 personas, cada año el aeropuerto recibe entre 10.000 y 12.000 pasajeros, con un promedio de 1.400 vuelos anuales, de los cuales una pequeña parte corresponde a vuelos privados.
Fuente y foto: Billiken