La Corte Suprema de Estados Unidos anunció este lunes que aceptará estudiar el caso de Damon Landor, un exrecluso de Luisiana al que se le cortaron las rastas durante su condena, en aparente violación de sus creencias religiosas como practicante del movimiento Rastafari.
El caso pone en foco los derechos de libertad religiosa de personas institucionalizadas y podría sentar un precedente legal importante.
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Landor ingresó al sistema penitenciario en 2020 para cumplir una sentencia de cinco meses. Aunque en sus dos primeros destinos penitenciarios se respetó su negativa a cortarse el cabello por motivos religiosos, la situación cambió cuando fue trasladado al Centro Correccional Raymond Laborde. Allí, los funcionarios ignoraron sus argumentos, descartaron un fallo judicial previo que el exrecluso presentó como defensa y lo sometieron a un corte forzado de cabello, dejando su cuero cabelludo completamente rapado.
Tras su liberación, Landor demandó al estado de Luisiana amparándose en la Ley de Uso de Suelo Religioso y Personas Institucionalizadas (RLUIPA), pero tanto el tribunal inferior como el tribunal de apelaciones del Quinto Circuito desestimaron el caso, argumentando que la legislación no habilita compensaciones monetarias por este tipo de violaciones.
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Los abogados del exrecluso insisten en que el fallo contradice decisiones anteriores del mismo tribunal, como la de 2021, cuando se permitió a hombres musulmanes demandar por su inclusión en la lista de prohibición de vuelo. Incluso durante la administración Trump, el gobierno federal apoyó el derecho de Landor a presentar su demanda. Por su parte, las autoridades de Luisiana reconocieron el maltrato, pero pidieron a la Corte que no avance con la apelación, asegurando que modificaron su política penitenciaria para evitar hechos similares.
La fe Rastafari, originaria de Jamaica en la década de 1930, es una doctrina religiosa que mezcla el Antiguo Testamento con una reivindicación afrodescendiente, y encuentra en las rastas un símbolo espiritual y de identidad profunda. El caso será debatido por los jueces en el otoño boreal y podría redefinir el alcance legal de los derechos religiosos dentro de las prisiones estadounidenses.
Fuente: AP.
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