En un contexto de recorte de gastos, la administración Trump ha detenido sus contribuciones a la Organización Mundial del Comercio. La OMC se prepara para afrontar las consecuencias de la medida.
En un giro significativo en la relación de Estados Unidos con la Organización Mundial del Comercio (OMC), el país ha suspendido sus contribuciones financieras para los presupuestos de 2024 y 2025. Esta decisión se produce en el marco de los esfuerzos de la Administración Trump por reducir el gasto público y revisar las aportaciones a organismos internacionales. El anuncio, realizado el pasado 4 de marzo durante una reunión presupuestaria de la OMC, ha generado preocupación dentro del organismo.
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Fuentes cercanas al asunto revelaron a Reuters que un delegado estadounidense comunicó que la suspensión de los pagos dependería de una revisión que podría extenderse por varios meses. Esta decisión se suma a las tensiones previas entre EE. UU. y la OMC, cuando Trump ya había mostrado su descontento con la organización en su primer mandato, especialmente por la definición de países en desarrollo, que según él favorecía injustamente a China.
A medida que la situación se complica, la OMC está tomando medidas preventivas ante una posible extensión de la suspensión de pagos. La organización ha comenzado a preparar un “Plan B” para afrontar las dificultades financieras derivadas de la falta de contribuciones de la potencia norteamericana.
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Además, un informe confidencial de la OMC ha revelado que a finales de 2022, EE.UU. tenía deudas pendientes con el organismo por un total de 22,7 millones de francos suizos (alrededor de 25,7 millones de dólares). Según las normativas de la OMC, si un miembro no paga sus cuotas durante más de un año, se le imponen «medidas administrativas», y ya se ha aplicado la primera de ellas: la pérdida de la capacidad para presidir los órganos de la organización.
La suspensión de los pagos y las tensiones con la OMC podrían traer repercusiones significativas para las relaciones comerciales internacionales de EE. UU. En particular, podrían afectar los esfuerzos por reformar el comercio global, un objetivo que la administración Trump ya había señalado como una de sus prioridades durante su primer mandato.
Fuente: REUTERS.
Foto: RT.