El exmarino Roberto Guillermo Bravo declaró este martes en la segunda audiencia del juicio civil que se le sigue en una corte de Florida, en Estados Unidos, por su responsabilidad en la Masacre de Trelew, ocurrido el 22 de agosto de 1972.
«Recuerdo que había una masa de personas que se nos venían encima», expresó Bravo refiriéndose al grupo de prisioneros, consignó la agencia de noticias The Associated Press (AP). «Dije disparen dos veces… y disparé a todo lo que se movía y venía hacia nosotros», manifestó tras explicar que él fue el primero en hacerlo, unas 30 balas.
El exmarino explicó que la noche de la masacre estaba cenando en la base naval y había tomado unas dos copas de vino cuando llegó un marinero a avisarle que dos guardias que custodiaban las celdas estaban preocupados y lo querían ver. Al llegar a las celdas, Sosa ordenó que se quitaran las trabas de las puertas y que los presos salieran y formaran una fila, dijo Bravo.
Sosa -relató Bravo en el juicio-, caminó ida y vuelta por el estrecho pasillo que separaba las celdas y en un momento se cayó de rodillas. Uno de los presos, Mariano Pujadas, agarró su arma y efectuó dos disparos, dijo Bravo, y explicó que por eso ordenó disparar.
«Todo pasó tan rápido que lo único que recuerdo es que mi adrenalina estaba en un nivel muy alto. No tuve tiempo para pensar», relató. «Tenía que parar eso», dijo e indicó que los presos avanzaban hacia donde él y los otros militares estaban en la otra punta del pasillo.
UN RELATO INCONSISTENTE
Por su parte, los querellantes consideraron que su testimonio de Bravo estuvo plagado de «inconsistencias» en relación a los hechos cometidos en la base Almirante Zar de la Armada, donde fueron asesinados 16 militantes políticos que se encontraban detenidos.
«Algunos detalles del testimonio de Bravo no coinciden con sus anteriores declaraciones juradas sobre los eventos en Trelew, como cuáles soldados estaban presentes, quién abrió las puertas de las celdas, cuántos tiros supuestamente disparó un prisionero y la posición de cada soldado cuando comenzó el tiroteo», se señaló en el diario de este juicio que publica el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Bravo incurrió en contradicciones sobre quién abrió las puertas de las celdas para que fueran ejecutados los prisioneros y las posiciones que ocupaban los militares cuando comenzó la balacera, según se consignó en la página del CELS.
Fuentes del CELS informaron que el imputado proseguirá este miércoles con su declaración en este juicio, el primero en el cual se analiza su responsabilidad por los hechos ocurridos hace 50 años en la Masacre de Trelew
«MILITARES ENCUBRIDORES»
En tanto, el abogado de los demandantes, Ajay Krishnan, dijo este martes que con posterioridad los militares «encubrieron los eventos» en Trelew y que como «parte del plan, enviaron a Bravo a EEUU como asistente militar» mientras «persiguieron sin tregua a las víctimas que sobrevivieron y a las familias».
Krishnan describió a las víctimas fallecidas y señaló a los parientes que pudieron viajar y estaban presentes en la sala de audiencias.
Luego destacó puntos centrales de la demanda: que «Bravo y sus cómplices conspiraron para matar a 19 prisioneros desarmados»; que la afirmación del exmilitar de que actuó «en defensa propia es falsa» y parte de «una conspiración para encubrir la masacre» y que la prescripción del delito «fue pausada y entonces no puede usarla como defensa válida».
Concluyó su alegato remarcando que sus «clientes merecen justicia y compensación» y que «mientras las familias de las víctimas tuvieron que vivir escapando, Bravo estuvo viviendo con toda comodidad en Miami».
Vale recordar que, según explicó a Radio 3 el abogado Eduardo Hualpa, el juicio civil contra el exmarino Bravo se desarrollará durante toda esta semana y la que viene se conocerá la sentencia.
Fuente: Télam, AP y CELS.