El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Yuto promueve el cultivo de moringa oleífera en el norte argentino como una alternativa para diversificar la producción agrícola y fomentar la comercialización de sus hojas secas. Esta planta, reconocida por su alto valor nutricional, se adapta bien a las condiciones climáticas de la región.
La moringa es un árbol resistente a la sequía que puede alcanzar más de cinco metros de altura. Su cultivo se ha expandido en Salta gracias a su adaptabilidad a temperaturas extremas y a su creciente demanda en mercados locales. Antonio Sangari, técnico del INTA Yuto, explicó que la planta entra en dormancia durante los meses fríos y reanuda su crecimiento con el aumento de la temperatura en agosto.
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En el departamento de Orán, la experiencia con la moringa ha sido positiva. Los productores han encontrado en este cultivo una opción rentable y de cosecha extendida, desde octubre hasta junio. Además, suelos bien drenados y un adecuado manejo del riego favorecen su desarrollo óptimo.
Para fortalecer la comercialización, el INTA facilitó el vínculo entre productores y compradores, promoviendo precios justos y brindando asesoramiento para la inscripción como monotributistas. Esto ha permitido que los agricultores no solo vendan hojas de moringa, sino que también elaboren productos derivados, como té, aprovechando sus propiedades beneficiosas para la salud.
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La moringa se destaca por su contenido de vitaminas, proteínas y aminoácidos esenciales. Sus hojas son utilizadas en la alimentación y como suplemento natural para mejorar la anemia, regular la diabetes y aportar energía.
Fuente: Argentina.gob.ar