El papa León XIV reiteró este viernes su llamado a la unidad dentro de la Iglesia Católica, en un momento de tensiones internas y divisiones persistentes tras el papado de Francisco. Lo hizo durante una semana especial del Año Santo dedicada a los sacerdotes en Roma, en la que presidió ordenaciones, encuentros y mensajes dirigidos al clero de todo el mundo.
Durante una misa celebrada en la Basílica de San Pedro, León ordenó a 32 nuevos sacerdotes y citó a San Agustín, reafirmando su compromiso con la comunión eclesial. “Para ustedes soy obispo, con ustedes soy cristiano”, expresó el pontífice, recordando las palabras de su misa de instalación el pasado 8 de mayo.
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El Papa estadounidense, el primero de su nacionalidad en la historia de la Iglesia, llegó al trono de Pedro con la expectativa de curar heridas internas. Durante el pontificado de Francisco, crecieron las tensiones entre sectores progresistas y conservadores, especialmente en Estados Unidos. Con tono conciliador, León insistió en el rol del sacerdote como agente de paz: “Está llamado a promover la reconciliación y generar comunión”.
En su mensaje escrito a los sacerdotes del mundo, León ofreció aliento y esperanza. Rechazó la idea de la perfección clerical y, en su lugar, defendió la humildad y el amor como base de la vocación. “El Señor no busca sacerdotes perfectos, sino corazones disponibles a la conversión y dispuestos a amar como Él”, aseguró.
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También se refirió a la crisis vocacional que atraviesa gran parte del mundo, con una caída en la cantidad de sacerdotes en Europa. A pesar de ello, África y Asia continúan mostrando crecimiento. “Gracias por ser quienes son… No somos perfectos, pero somos amigos de Cristo, y eso es suficiente”, concluyó.
Fuente: AP.
Foto: Alessandra Tarantino – AP.