Juan Carlos Insúa, gremialista de la carne en San Luis, fue detenido junto a su pareja y su hijo, acusado de liderar una organización narco que traficaba cocaína por la Ruta Nacional N°7. Según la causa judicial, compraban cinco kilos por semana a un proveedor peruano y los distribuían en Villa Mercedes y Merlo.
Insúa usaba sus cargos en los gremios S.O.F.E.C.A. y Fe.T.A.R.A como pantalla para mover la droga. Las escuchas lo muestran fanfarroneando: “Estamos construyendo nuestro imperio”, decía. También usaba sus influencias gremiales para evitar controles de Gendarmería en los peajes.
En uno de los videos incorporados a la investigación, se lo ve bailando cumbia en una lancha en Miami con Sandra Cnochaert, su pareja y presunta testaferro. Los investigadores detallaron que la organización ganaba hasta $140 millones mensuales, lo que equivale a $840 millones en seis meses.
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La banda tenía dos bases operativas: una quinta conocida como “El campo de merca”, donde entregaban la droga a Diego “El Gaucho” Funes, encargado de la distribución; y otra en el predio “De Las Palmeras”, al lado del Hipódromo de Villa Mercedes. Usaban códigos como “fichas” para el dinero y “novillos” para referirse a los kilos de cocaína.
Su hijo, Juan Cruz “Junior” Insúa, también fue arrestado. Administraba una concesionaria en Escobar y se encargaba del lavado de dinero y la logística de vehículos. Tras 27 allanamientos en Buenos Aires, Merlo y San Luis, la justicia ordenó 13 detenciones, incluido el clan familiar.
Fuente: Infobae.