La Spunta TICAR, una variedad de papa desarrollada por el CONICET en colaboración con Tecnoplant S.A., está cambiando la forma de combatir el virus PVY, una amenaza que afecta al 90 % de los cultivos de papa en Argentina.
Un problema histórico
El virus PVY puede causar pérdidas de hasta el 80 % de la superficie cultivada, afectando seriamente la economía de los productores. Este desafío impulsó, hace 20 años, a un equipo de científicos del Instituto de Ingeniería Genética y Biotecnología (Ingebi) a buscar una solución biotecnológica.
Una papa resistente al PVY
El equipo liderado por Fernando Bravo logró desarrollar una semilla resistente al virus PVY. Mediante ingeniería genética, las plantas inoculadas con este tubérculo son inmunes a los ataques del virus. Este avance no solo reduce las pérdidas, sino que también disminuye el uso de insecticidas, haciendo el cultivo más sustentable.
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La Spunta TICAR permite un ahorro anual de 45 millones de dólares para los productores y reduce los costos de producción en un 10 %. Esto posiciona a la papa resistente como una solución económica y ambientalmente amigable.
Proyección a futuro
El éxito del proyecto abre las puertas a nuevos desafíos. Según Bravo, el próximo objetivo es desarrollar variedades resistentes a otros virus que también afectan al cultivo. Por su parte, Federico González Ocantos, de Tecnoplant, reafirma el compromiso de la empresa con la biotecnología para mejorar la productividad y la sanidad de los cultivos.
La Spunta TICAR no solo es un ejemplo de innovación científica aplicada, sino también un modelo de colaboración entre el ámbito académico y el sector privado, marcando un hito en la biotecnología agrícola en Argentina.
Fuente y foto: conicet.gov.ar