«Desde hace 17 años trabajamos con un comprador de ese país europeo que adquiere estos productos a un mejor precio, porque la nuez del Valle Inferior le resulta mejor», explicó Bruno de Rosa, dueño de la empresa.
Este tipo de frutos secos en general, al producirse en zona de frío, genera diferencias en su composición que la hacen mejor. «Nuestro producto en Turín es diferencial», remarcó el productor.
«Con unas 45 hectáreas de nogales, 12 de avellanas y 4 de almendras, sólo exportamos nueces», preciso De Rosa.
En el marco de la última Fiesta de los Frutos Secos realizada días atrás en la capital rionegrina, se firmó un convenio entre la Cámara de Chocolateros de Bariloche y la Cámara de Productores de Frutos Secos del Valle Inferior, con el fin de generar nuevos negocios. Actualmente la zona Andina compra más 67.000 kilos de frutos secos por año para elaborar bombones y confituras.
«La avellana pelada se vende muy bien a una chocolatería de Bariloche, Rapa Nui. Anualmente les vendemos unos 5.000 kilos, el resto se vende en Buenos Aires y el mercado interno. La almendra, como no tenemos tanta producción, la vendemos acá, ya que sólo son unos 3.000 kilos por año», explicó el productor.
Por otra parte las avellanas que la empresa viedmense vende al mercado tiene agregado de valor, se encuentra pelada.
«Para ello usamos el servicio que ofrece el Centro de Agregado de Valor en Frutos Secos (SEPAV), inaugurado por el gobierno rionegrino en el año 2018, y que cuenta con maquinaria para tamañado y descascarado mecánico de nueces y avellanas», completó De Rosa.