Un equipo de científicos, incluyendo un investigador del CONICET, descubrió una nueva especie de dinosaurio carnívoro en la provincia de Neuquén. La especie, denominada Diuqin lechiguanae, es un terópodo que vivió hace aproximadamente 83 millones de años. Este hallazgo, publicado en la revista BMC Ecology and Evolution, proporciona información valiosa para futuras investigaciones sobre la anatomía y la diversidad de los terópodos.
Los fósiles de dinosaurios terópodos, especialmente de tamaño pequeño a mediano con huesos frágiles, son raros. Los unenlaginos, un grupo específico de terópodos, son muy escasos. Cada nuevo fósil aporta información crucial sobre su anatomía y diversidad.
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La antigüedad de Diuqin lechiguanae es intermedia en comparación con otros unenlaginos, lo que proporciona un vínculo transicional en el registro fósil.
El paleontólogo Juan Porfiri de la Universidad Nacional del Comahue y su equipo encontraron los restos fósiles cerca del Lago Barreales, en el centro-este de Neuquén. Los restos incluyeron huesos de un dinosaurio saurópodo y de Diuqin lechiguanae en una pequeña área.
El nombre «Diuqin» proviene del mapuzungun, la lengua del pueblo Mapuche, y significa «ave de presa». «Lechiguanae» se refiere a la bruja Lechiguana de la película argentina «Nazareno Cruz y el lobo».
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Los científicos realizaron estudios anatómicos detallados, incluyendo escaneos 3D de los huesos para crear modelos tridimensionales. También llevaron a cabo un análisis filogenético para determinar las relaciones evolutivas de Diuqin lechiguanae con otros terópodos.
El húmero del dinosaurio presentaba depresiones circulares, posiblemente marcas de mordidas de otro depredador o incluso de canibalismo.
Aunque no se han encontrado fósiles de unenlaginos con plumas, es probable que también las hayan tenido, dada su relación con aves y otros terópodos como Velociraptor.
FUENTE: Conicet.