Este martes, el Gobierno de los Estados Unidos anunció nuevas restricciones de viaje hacia Cuba, una medida presentada como castigo a la isla por servir como “un punto de apoyo al comunismo” en la región.
De esta forma, desde la administración de Donald Trump acusaron a Cuba de jugar “un papel desestabilizador en el hemisferio occidental, dando un punto de apoyo al comunismo en la región y apuntalando a adversarios de Estados Unidos en lugares como Venezuela y Nicaragua al fomentar la inestabilidad, socavar el estado de derecho y suprimir los procesos democráticos”.
Estas declaraciones fueron emitidas por el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin. “Esta administración (la de Trump) ha adoptado la decisión estratégica de dar marcha atrás en la reducción de las sanciones y otras restricciones sobre el régimen cubano”, precisó.
En este marco, sostuvo que “estas acciones ayudarán a mantener los dólares alejados de las manos del Ejército y los servicios de Inteligencia y seguridad de Cuba”.
En concreto, las restricciones prohíben los viajes educativos grupales de estadounidenses a la isla, así como la exportación de barcos y aviones privados desde Estados Unidos. La veda incluye a los traslados en cruceros y yates, así como los vuelos privados y corporativos.
Esta medida, genera un importante perjuicio para la economía de la isla, ya que el sector turístico es la segunda fuente de ingreso de divisas del Estado cubano, solo precedido por la exportación de servicios profesionales.
En tanto, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, advirtió que “fracasarán otra vez”.
«Rechazo enérgicamente el anuncio de Estados Unidos de nuevas sanciones contra Cuba que restringen los viajes de estadounidenses y endurecen el bloqueo; pretenden asfixiar la economía y dañar el nivel de vida de los cubanos para arrancarnos concesiones políticas», añadió el funcionario cubano.
Según cifras del Ministerio de Turismo cubano, en el primer cuatrimestre de este año Estados Unidos era el segundo mercado emisor de visitantes a Cuba, con 257.500 hasta abril, con un crecimiento interanual de 93,5%, pese a que legalmente los estadounidenses no tienen permitido viajar a la isla como turistas.
De esos viajeros, 55% llegó al país en crucero, una modalidad que creció 48% con respecto al año anterior.
Fuente: Télam / EFE