El destituido presidente surcoreano Yoon Suk-yeol se presentó este lunes a su tercera audiencia penal por insurrección y abuso de poder, en un proceso que coincide con el inicio de la campaña electoral presidencial anticipada.
Yoon llegó al Tribunal del Distrito Central de Seúl sin hacer declaraciones a la prensa, mientras la Fiscalía amplió los cargos en su contra por haber decretado un estado de excepción injustificado en diciembre de 2024.
El 1 de mayo se añadió una nueva acusación formal contra Yoon por vulnerar derechos fundamentales, sumándose a la imputación por insurrección relacionada con su intento de imponer la ley marcial junto al exministro de Defensa.
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El tribunal planea interrogar a oficiales militares clave que estuvieron implicados en la aplicación del plan, considerado inconstitucional por el Tribunal Constitucional surcoreano el pasado 4 de abril.
De ser hallado culpable, Yoon podría recibir cadena perpetua o incluso la pena de muerte, según el Código Penal del país, lo que convierte este juicio en un hito político y judicial en la historia reciente de Corea del Sur.
El juicio ocurre en un momento clave: este lunes comenzó oficialmente el período de campañas para los comicios del 3 de junio. El candidato opositor Lee Jae-myung lidera las encuestas, tras perder por poco contra Yoon en la elección anterior.
Fuente: DW.