Gabriela «La Chucky» Alaníz escribió su nombre en la historia del boxeo con una actuación impresionante en su revancha contra Marlen Esparza. Desde el primer campanazo, Alaníz mostró determinación y agresividad, lanzando combinaciones precisas que pusieron a Esparza en aprietos.
A lo largo de los diez rounds, ambos púgiles intercambiaron golpes en una batalla intensa y emocionante que mantuvo a los espectadores al borde de sus asientos.
En los primeros asaltos, Alaníz tomó la iniciativa, utilizando movimientos rápidos y combinaciones al rostro y al cuerpo de Esparza. A pesar de la respuesta agresiva de Esparza, Alaníz continuó presionando y encontrando espacios en la defensa de su oponente.
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En el quinto asalto, un cambio notable se produjo cuando Alaníz intensificó su ataque, triplicando la cantidad de golpes y forzando a Esparza a retroceder y defenderse.
Aunque Esparza enfrentó dificultades frente al agresivo estilo de Alaníz, demostró una defensa sólida y tomó precauciones adicionales para evitar los golpes devastadores que había experimentado en su encuentro anterior.
A pesar de su desempeño mejorado, Esparza no pudo contener completamente el ímpetu de Alaníz, quien persistió y mantuvo la presión hasta el final del combate.
La victoria de Alaníz no solo representa un triunfo personal, sino también un hito en su carrera como boxeadora. Con su impresionante actuación, Alaníz se convierte en campeona mundial de la OMB, CMB y AMB en el peso mosca, demostrando su habilidad, perseverancia y dedicación al deporte del boxeo.
FUENTE: TyC Sports.