Un jurado popular responsabilizó a la organización ecologista de difamación y otros cargos tras las protestas contra el oleoducto Dakota Access en 2016.
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Un jurado popular en Dakota del Norte determinó este miércoles que la organización ambientalista Greenpeace deberá pagar cientos de millones de dólares en daños y perjuicios a la empresa Energy Transfer (ET), por su papel en las protestas contra la construcción del oleoducto Dakota Access.
Las manifestaciones, impulsadas por la tribu sioux de Standing Rock entre 2016 y 2017, denunciaban que el proyecto representaba un riesgo ambiental y afectaba tierras sagradas. Energy Transfer acusó a Greenpeace de fomentar la oposición y generar una «narrativa falsa» para frenar el proyecto, lo que elevó los costos y retrasó su ejecución.
El juicio, que duró casi un mes, concluyó con un veredicto en favor de la empresa con sede en Dallas, Texas. ET había exigido 300 millones de dólares, una cifra que Greenpeace advierte podría amenazar su existencia. La organización rechazó las acusaciones y aseguró que solo brindó apoyo a la protesta sin incitar los disturbios.
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El caso ha sido señalado como un ejemplo de Demanda Estratégica contra la Participación Pública (SLAPP, por sus siglas en inglés), una táctica legal utilizada por corporaciones para silenciar activistas, periodistas y opositores. Greenpeace denunció que el litigio busca intimidar a los movimientos ambientales en un momento crítico para la crisis climática.
La decisión judicial marca un precedente en los conflictos entre grandes corporaciones y el activismo ambiental, en medio del debate sobre el impacto ecológico de los megaproyectos energéticos en Estados Unidos.
Fuente y foto: EFE