El próximo jefe del cuerpo de Guardavidas de Playa Unión, Luis Prudencio Torres, dialogó con Radio 3 AM 780 y compartió detalles sobre la preparación del equipo de guardavidas y las condiciones de la playa para la próxima temporada de verano.
Torres indicó que desde mayo, el equipo trabaja en la formación de nuevos guardavidas: «este año se aprobó mi proyecto» para implementar un curso de guardavidas, incluyendo a jóvenes de Rawson que no tienen acceso a una piscina. «De los 50 aspirantes que participaron, 25 fueron preseleccionados y actualmente hay 22 aspirantes en formación», precisó.
En cuanto a la cobertura de la playa, Torres indicó que «la playa va a estar cubierta de la misma manera que todos los años», con un equipo de 51 a 52 guardavidas en servicio. Además, mencionó que «los guardavidas van a trabajar solamente seis horas», una reducción que se ha solicitado para mejorar las condiciones laborales, pero sin afectar el horario de cobertura.
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Torres también destacó la importancia de la comunicación con los veraneantes, afirmando que «la gente tiene que venir a disfrutar a la playa y nosotros tenemos que ayudarla a disfrutar». Por eso se han implementado cambios en la forma de interactuar con los bañistas, buscando reducir accidentes relacionados con sombrillas y mejorar la seguridad en general.
Respecto a las condiciones del mar, Torres explicó que «durante el invierno está en 8, 9 grados» y puede llegar a «16, 17 grados durante la temporada». También advirtió sobre los peligros que representan ciertos vientos, como el «noreste», que generan corrientes peligrosas en el agua.
Torres, destacó el notable avance del mar en los últimos años, un fenómeno que ha transformado la dinámica de la playa y llevado a cambios significativos en la profundidad y la accesibilidad de ciertas áreas. Mencionó que, históricamente, la cobertura de la playa en marea alta solía tener una profundidad de dos metros a tan solo dos metros de la orilla, pero actualmente, «una ola reventada hoy en día llega a un metro, un metro y medio del baño», lo que representa un riesgo considerable para los bañistas, especialmente aquellos que no son expertos en natación.
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Según Torres este cambio en la geografía costera ha llevado a la necesidad de ajustar las estrategias de seguridad y vigilancia, ya que las corrientes y las condiciones del mar pueden volverse peligrosas rápidamente. En este contexto, explicó, el equipo de guardavidas debe estar preparado para enfrentar estos desafíos y garantizar la seguridad de los bañistas, adaptándose a las nuevas condiciones que presenta el mar.