Fuertes lluvias torrenciales azotaron el este de Australia, especialmente el estado de Nueva Gales del Sur, provocando inundaciones masivas que dejaron al menos tres personas fallecidas y aproximadamente 50.000 habitantes aislados.
En apenas dos días, algunas zonas recibieron la cantidad de agua que habitualmente cae en cuatro meses, causando desbordes de ríos y el cierre de carreteras.
MIRÁ TAMBIÉN | Alemania despliega brigada en Lituania para proteger la OTAN
La región de Mid North Coast, ubicada a unos 400 kilómetros al noreste de Sydney, fue una de las más afectadas. La policía recuperó tres cuerpos tras las crecidas repentinas, mientras los residentes, atrapados por el agua, tuvieron que refugiarse en los techos de sus casas esperando rescate. Las autoridades desplegaron helicópteros, embarcaciones y drones para buscar posibles víctimas y asistir a quienes quedaron incomunicados.
Chris Minns, jefe del Gobierno regional de Nueva Gales del Sur, advirtió que la situación podría empeorar: “Nos preparamos para más malas noticias en las próximas 24 horas. Este desastre natural ha sido terrible para la comunidad”. En particular, el municipio de Kempsey, situado a orillas del río Macleay, quedó completamente anegado, con más de 20.000 personas aisladas y sin acceso a medicamentos o alimentos.
MIRÁ TAMBIÉN | Colombia analiza eliminar las licencias para energía verde
El alcalde de Kempsey, Kinne Ring, describió las lluvias como “ensordecedoras y horribles”, y destacó la gravedad del fenómeno, señalando que no se había registrado una inundación de esta magnitud en bastante tiempo. La prioridad de las autoridades es brindar asistencia urgente a los afectados y restablecer las comunicaciones y el acceso a los servicios básicos.
Las inundaciones en Nueva Gales del Sur no solo ponen en jaque la infraestructura local, sino que también reflejan los crecientes riesgos climáticos que enfrenta Australia. La operación de rescate sigue en curso, mientras el gobierno regional mantiene la alerta máxima para proteger a la población y mitigar daños mayores.
Fuente: DW.
Foto: Lindsay Moller/AAP/dpa/picture alliance.