Islandia se encuentra en alerta máxima después de que el volcán de Grindavik, ubicado en la península de Reykjanes, entrara en erupción a las 22:17 hora local del lunes.
La actividad sísmica previa llevó a la evacuación de más de 4.000 personas en precaución, y las autoridades han declarado el estado de emergencia, destacando que no se trata de una erupción turística.
La erupción, precedida por un enjambre de terremotos que comenzó a las 21:00 horas, tuvo lugar al norte de Grindavik, generando evacuaciones preventivas en el pueblo pesquero y en el popular spa geotérmico Blue Lagoon.
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La proximidad de la capital, Reikiavik, a 40 kilómetros y del aeropuerto internacional de Keflavík ha aumentado la preocupación.