Cerca de 1.700 bomberos han sido desplegados en Japón para combatir un devastador incendio forestal en la prefectura de Iwate. Las llamas han consumido 2.100 hectáreas desde la semana pasada, convirtiéndolo en el mayor desastre de este tipo en tres décadas en el país. Las autoridades han emitido órdenes de evacuación para 4.600 residentes.
El incendio se mantiene activo en la localidad de Ofunato y amenaza con extenderse a la ciudad de Sanriku. Un total de 16 helicópteros y brigadas de emergencia provenientes de 14 regiones del país trabajan en las labores de extinción. «Estamos trabajando en apagar el fuego lo antes posible mientras buscamos la seguridad de los residentes», declaró Yoshimasa Hayashi, portavoz del gobierno.
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Las condiciones climáticas han agravado la situación. En febrero, Ofunato registró solo 2,5 milímetros de lluvia, la cifra más baja de su historia y muy por debajo del promedio de 41 milímetros. Además, Japón experimentó el verano más caluroso desde que se tiene registro, lo que ha generado un terreno altamente inflamable.
Hasta el momento, se ha confirmado la muerte de una persona y la destrucción de 84 viviendas, aunque las autoridades advierten que la cifra podría aumentar. Imágenes televisivas han mostrado grandes llamas acercándose a zonas residenciales, generando alarma en la población.
El desastre ha revivido en los habitantes de Ofunato el recuerdo del terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011, que dejó más de 500 muertos o desaparecidos y causó daños masivos en la región. Las autoridades continúan trabajando para contener el fuego y evitar nuevas tragedias.
Fuente: DW.
Imagen: Hiroto Sekiguchi/The Yomiuri Shimbun via AP Images/picture alliance.