Foto: Municipalidad de Malarüe
En el pintoresco cerro de Bardas Blancas, Mendoza, se encuentra la fascinante Caverna de las Brujas, un lugar mágico y lleno de leyendas perfecto para visitar en Semana Santa.
La Caverna de las Brujas, ubicada a 65 kilómetros al sur de Malargüe, en Mendoza, es un destino imperdible para aquellos que buscan vivir una experiencia única en Semana Santa. Situada en el Cerro Monacal, esta caverna se destaca por sus formaciones rocosas erosionadas por el agua a lo largo de miles de años, creando un paisaje encantado a 1.900 metros sobre el nivel del mar.
Con una superficie de 450 hectáreas, la Caverna de las Brujas fue declarada reserva en 1990 y ofrece más de 3 mil metros de galerías para explorar. Entre los puntos de interés que no te puedes perder se encuentran el Jardín de las Brujas, la Gatera, la Sala de la Virgen, la Cámara de los Dioses, la Sala de las Arenas y la Sala de los Encuentros.
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Pero la magia de este lugar va más allá de su impresionante paisaje. Según las leyendas locales, la caverna era utilizada por los aborígenes para realizar ceremonias rituales en la Sala de la Virgen, donde se encendían fuegos y se veían figuras fantasmagóricas en las paredes. Además, se cuenta que mujeres con niños en brazos ingresaban a la cueva y luego se escuchaban lamentos, llantos y extraños ruidos, así como luces destellantes conocidas como «luz mala», lo que llevó a los antiguos pobladores a catalogarla como la «Cueva de las Brujas».
Otra leyenda relata que dos mujeres blancas, capturadas por una tribu local, lograron escapar y se refugiaron en la caverna, donde los lugareños comenzaron a verlas salir al atardecer y regresar al anochecer, lo que les valió el nombre de «brujas».
Con su combinación de belleza natural y misterio, la Caverna de las Brujas es un destino único que invita a sumergirse en la historia y la magia de la región de Mendoza.
Fuente: NA