La jueza Loretta Preska ordenó el embargo de US$210 millones contra la Argentina por el juicio de la deuda en default tras la crisis de 2001. La decisión se tomó luego de que la Corte Suprema de EE.UU. rechazara la apelación del Gobierno, lo que habilitó a los acreedores a tomar posesión de fondos en la Reserva Federal de Nueva York, Alemania y Suiza.
Preska también congeló otros US$100 millones hasta que se resuelvan disputas con dos grupos de acreedores: Attestor Master y Bainbridge Fund. La medida se suma a la ejecución reciente de una garantía por US$325 millones en el caso Cupón PBI Londres, lo que agrava la situación financiera argentina.
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El analista Sebastián Maril explicó que el embargo afecta el colateral de los Bonos Brady, títulos utilizados por Argentina en la década de 1990 para reestructurar deuda. Estos bonos vencieron en marzo de 2023, pero sus garantías estaban congeladas en cuentas de la Reserva Federal y otros bancos internacionales.
El litigio fue iniciado por holdouts que no aceptaron los canjes de 2005, 2010 y 2016. La jueza Preska ya había dictado una sentencia contra Argentina por US$477 millones, ratificada en agosto por la Cámara de Apelaciones de Nueva York. La reciente decisión confirma la posibilidad de embargos sobre activos del país.
El Gobierno argentino intentó frenar las ejecuciones argumentando que los Bonos Brady no podían ser embargados, pero la Corte Suprema de EE.UU. rechazó su postura. Ahora, los beneficiarios del fallo tienen vía libre para reclamar los fondos.
Fuente: TN.