La primera mitad del 2025 fue testigo de una explosión creativa en la música argentina. Lejos de fórmulas predecibles, artistas consagrados y emergentes apostaron por la experimentación, el regreso a las raíces, la crítica social y la exploración de nuevas sonoridades. La diversidad estilística fue protagonista: desde el house queer de MissLupe hasta el post-rock poético de Naima, pasando por el pop cinematográfico de Blair y el synth-pop melancólico de Nadar de Noche.
Entre los lanzamientos más resonantes se encuentran Para quien trabajas Vol. I, de Marilina Bertoldi, con una propuesta potente entre el rock alternativo y la crítica cultural, y Vándalos de Bandalos Chinos, que marca una evolución sonora hacia territorios más oscuros y bailables. Blair, con Bar Scorpios, ofreció una obra profunda, confesional y sin concesiones que combina letras crudas con una estética perturbadora.
MIRÁ TAMBIÉN | Sin miedo al frío, se tiró al río helado en Bariloche sin traje
También hubo regresos celebrados como el de Amor Elefante con Amigas, e irrupciones conmovedoras como Fruto de Wen o Rápido mamá de María Wolff. En el plano colectivo, trabajos como el de Fonso y Las Paritarias y La Vida Secular plasmaron el pulso político y emocional de una generación que narra desde la incertidumbre, sin resignar belleza ni sensibilidad.
Este recorrido por 25 discos no pretende jerarquizar ni cerrar una discusión. Es, más bien, un mapa afectivo en constante transformación, que refleja la potencia de una escena vibrante. En tiempos complejos, la música argentina volvió a confirmar su rol como espejo, refugio y motor. Y lo hizo con discos que no solo sonaron: se sintieron.
Fuente: Indie hoy.