El canciller argentino, Felipe Solá, renovó hoy en Naciones Unidas (ONU) el reclamo argentino por la soberanía sobre las Islas Malvinas, dijo que hay «una injustificada y desproporcionada presencia militar» en el archipiélago por parte del Reino Unido y reiteró la voluntad del Gobierno «de seguir buscando sin descanso una solución pacífica de la disputa».
Así lo planteó el titular de la cartera de Exteriores durante su exposición ante el Comité Especial de Descolonización (C-24) de las Naciones Unidas que, en la misma sesión, aprobó una resolución que reitera el llamado a ambas naciones a encontrar una solución pacífica para la controversia.
Votada por consenso, la nueva resolución del C-24 reitera, como todos los años desde 1983, el llamado al Reino Unido y la Argentina a retomar las negociaciones para encontrar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica y definitiva a la controversia de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Durante la sesión, el canciller Solá tomó la palabra, en lo que fue su primera visita a la sede de Naciones Unidas de la ciudad de Nueva York, en calidad de ministro de Relaciones Exteriores.
«El Gobierno argentino mantiene permanentemente la misma voluntad de continuar con las negociaciones de soberanía con el Reino Unido. Sin embargo, desde hace casi cuatro décadas el Reino Unido se rehúsa a reanudar las negociaciones con la Argentina para encontrar una solución pacífica de la controversia bilateral de soberanía de conformidad con lo establecido por la Asamblea General», afirmó.
También consideró que el Reino Unido «mantiene en las Islas una injustificada y desproporcionada presencia militar, realizando regularmente maniobras y ejercicios», según dijo en su exposición y en la conferencia de prensa con medios acreditados, al finalizar el encuentro.
Solá se quejó de que el Reino Unido realice en el archipiélago «acciones unilaterales» y recordó que debería abstenerse de hacerlo «hasta tanto se encuentre una solución definitiva a la controversia», tal como lo dispone una resolución de Naciones Unidas.
Entre estas acciones unilaterales, el canciller incluyó «la exploración y explotación ilegal de recursos renovables y no renovables en el área en disputa» al extender «las licencias unilaterales de pesca en las aguas circundantes a Malvinas por 25 años más, a partir de 2031».
Acompañado por el jefe de Gabinete, Guillermo Justo Chaves; el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus; y la Representante Permanente Argentina ante las Naciones Unidas, María del Carmen Squeff, Solá enfatizó que «no existe ninguna razón, salvo la intención del Reino Unido de mantener la manifiestamente ilegítima situación colonial, para que no se retome ya mismo el diálogo bilateral por la Cuestión Malvinas».
Al inicio de su discurso, había advertido que «el flagelo del colonialismo afecta particularmente a América latina y el Caribe» porque «más de la mitad de los territorios no autónomos se encuentran» en la región.
«Como el presidente Alberto Fernández ha manifestado, no hay lugar para el colonialismo en el siglo XXI», dijo el ministro de Relaciones Exteriores.
En su mensaje, Solá hizo referencia al «derecho a la libre determinación» y dejó claro que «no es aplicable a las Islas Malvinas», como habían pedido los dos oradores isleños más temprano.