La emblemática batalla de tomates de Buñol celebra su edición 79 con más de 120 mil kilos de tomates y una experiencia exclusiva para 30 participantes que lanzaron los tomates desde los camiones. La fiesta sigue atrayendo a miles de visitantes internacionales.
La localidad de Buñol, en Valencia, vivió una nueva edición de la Tomatina, su tradicional batalla de tomates, que alcanzó este año su edición número 79. Más de 120 mil kilos de tomates de la variedad pera, provenientes de la Vall d’Albaida, fueron utilizados como munición en esta colorida contienda que tiñó de rojo las calles, las paredes y los participantes.
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Una de las novedades de este año fue la opción de que 30 personas pudieran subirse a los camiones desde los cuales se lanzaron los tomates, tras pagar una tarifa de 500 euros. Esta medida permitió a los afortunados vivir la batalla desde una perspectiva única. Sergio Galarza, primer teniente alcalde de Buñol, explicó que la inclusión de personas en los camiones era necesaria para facilitar la caída del tomate al ser aplastado por el peso. Tradicionalmente, los camiones eran operados por vecinos, pero este año se habilitaron cinco plazas por camión para visitantes externos.
La localidad española de Buñol celebra su mundialmente conocida Tomatina pic.twitter.com/L9op2EeQCy
— EL MUNDO (@elmundoes) August 28, 2024
La batalla comenzó con la llegada de un camión cargado de tomates que marcó el inicio de la fiesta. Los participantes, tanto locales como turistas, se lanzaron a las calles para unirse a la batalla campal. La llegada de varios camiones adicionales permitió que la pelea continuara con intensidad, mientras algunos se subían a las paredes para tener una mejor vista y mayor precisión en sus lanzamientos.
El final de la Tomatina se acercó con la llegada de un último camión, que dejó a los participantes aprovechar los últimos minutos de la batalla. Algunos incluso se lanzaron a la piscina de tomate formada en las calles de Buñol. Tras la contienda, se dedicó tiempo a limpiar las calles y recoger los restos de tomate, mientras se comenzaba la cuenta regresiva para la 80ª edición del próximo año.
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Este evento, declarado de Interés Turístico Internacional en 2002, sigue atrayendo a miles de visitantes de todo el mundo. El año pasado, el 14% de los turistas eran británicos, el 10% indios, el 8% japoneses, el 7% americanos y el 6% australianos. Más de 150 agentes de la Guardia Civil participaron en el dispositivo de seguridad de este miércoles, que protegió a los más de 22.000 asistentes de 28 nacionalidades. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, también participó en la fiesta, cumpliendo su promesa de subirse a un camión y vivir la experiencia en carne propia.
Fuente: RTVE
Foto: Reuters