Las camas «anti-sexo» arribaron a la Villa Olímpica para los Juegos de París 2024, con el objetivo de potenciar el descanso de los atletas y evitar «situaciones extradeportivas». Sin embargo, su resistencia fue puesta a prueba durante Tokio 2020.
Este lunes, las camas «anti-sexo» llegaron a la Villa Olímpica, que albergará a unos 10.000 atletas durante los Juegos Olímpicos de París 2024. El Comité Organizador ha instalado un total de 16.000 camas con el objetivo de potenciar el descanso de los competidores durante el certamen.
Fabricadas en cartón con miras a su posterior reciclaje, estas camas buscan evitar «situaciones extradeportivas» y garantizar un descanso óptimo para los atletas. Cada competidor dispondrá de una aplicación móvil que le permitirá ajustar la dureza del colchón según su peso y altura, gracias a tres piezas distintas que conforman la estructura del lecho.
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Durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, estas camas fueron objeto de controversia, ya que se cuestionó su resistencia ante movimientos bruscos, especialmente durante relaciones sexuales. Algunos atletas pusieron a prueba su resistencia grabando videos de sus intentos, como el entrenador del equipo de natación uruguayo, Diego Chiriff, quien terminó quebrando una de las camas.
A pesar de estar diseñadas para evitar movimientos bruscos, los organizadores de los Juegos de París 2024 han anunciado una política sanitaria responsable, poniendo a disposición de los deportistas, acompañantes de delegación y entrenadores 300.000 preservativos. Esta medida se implementa desde los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 como parte de la protección contra el virus del SIDA y la promoción de la salud sexual de los participantes.
Cabe destacar que, debido a la pandemia de COVID-19, en los Juegos de Tokio 2020 se implementaron restricciones de contacto social, lo que generó un debate sobre la necesidad de estas camas «anti-sexo» en futuros eventos deportivos.
Fuente: TyCSport