La carrera por el título del viñedo más alto del mundo está en marcha, y el actual campeón se encuentra en el Tíbet, a 3.563 metros sobre el nivel del mar. Este viñedo, que inició su proyecto en 2012, se destaca por producir vinos blancos con predominancia de las uvas Moscatel y Vidal. La experimentación con 11 variedades de uva ha sido clave para determinar las más adaptables a esta altitud única.
Los vinos de altura, también conocidos como vinos de montaña, han ganado popularidad en todo el mundo. Estos se producen, cultivan y envejecen a más de 800 metros sobre el nivel del mar. Aunque inicialmente considerado una rareza, este estilo de vino ha conquistado la atención de los amantes del vino. La selección cuidadosa de las variedades de uva y las condiciones climáticas juegan un papel crucial en el éxito de estos viñedos.
Mendoza, Salta y Jujuy en Argentina son regiones reconocidas por su producción de vinos de altura. Bodega Colomé, situada en los Valles Calchaquíes de Salta, fue durante mucho tiempo la bodega más alta del mundo a 3.111 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, Viñedo de Moya, en la Quebrada de Humauaca, Jujuy, se ha convertido en el segundo viñedo más alto, alcanzando los 3.329 metros. Estas altitudes extremas aportan singularidad a los vinos y desafían las convenciones vitivinícolas.