En un estudio casero en Queens, Mac DeMarco grabó un álbum íntimo que desafió las normas de la industria musical.
En una era donde las grandes producciones dominan la música popular, Mac DeMarco decidió seguir un camino completamente diferente con Another One, su quinto álbum de estudio. En lugar de trabajar con un equipo y realizar múltiples tomas, el artista canadiense grabó, produjo y mezcló el disco en su propio estudio casero en Far Rockaway, Queens, en un proceso que duró apenas 17 días.
Este método de trabajo independiente, sin ayuda externa, no solo fue una opción técnica, sino una declaración de principios. «Quería capturar sentimientos, no crear una gran narrativa ni compartir detalles personales», explicó DeMarco en una entrevista con Clash Music. Su enfoque era simple: las canciones debían tener significado para quien las escuchara. Así, Another One se convierte en una exploración del amor, desde el anhelo hasta la pérdida, dejando al oyente el espacio para encontrar su propio significado en cada tema.
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Una de las canciones más destacadas del álbum es My House by the Water, una pieza instrumental que se nutre de grabaciones ambientales y sintetizadores, evocando la atmósfera del hogar de DeMarco en Queens. En un toque peculiar, el músico incluyó su dirección al final de la pista, invitando a los oyentes a pasar por su casa para un café. Alrededor de 30 fanáticos aceptaron la invitación, según contó DeMarco a The Wall Street Journal, quien agregó: «Si lograron llegar hasta aquí, merecen una taza de café». Este gesto refleja el humor característico del artista y su deseo de conectar de manera directa con su público.
El impacto de Another One fue mucho más allá de su éxito comercial. El álbum marcó el inicio de una nueva etapa en la carrera de DeMarco, donde la espontaneidad y la captura del momento presente se convirtieron en sus principales filosofías artísticas. Esta forma de trabajar continuó en sus proyectos posteriores, como los álbumes instrumentales Five Easy Hot Dogs y One Wayne G, un ambicioso trabajo de 199 pistas. Estos discos refuerzan su interés por crear música que capture la esencia de un lugar o instante específico.
DeMarco ha dicho que su proceso creativo consiste en «dejar que las canciones existan tal como son», sin forzarlas a convertirse en algo más. Este enfoque genuino lo ha convertido en un referente para aquellos artistas que buscan romper con las presiones de la industria, priorizando la conexión emocional con su audiencia.
Fuente: Infobae.