Desde mediados de 2006, científicos del CONICET-CENPAT comenzaron a realizar mediciones de temperatura del mar en una estación montada en el muelle Piedra Buena de Puerto Madryn, para conocer la dinámica de las aguas del Golfo Nuevo y tener un registro de la tendencia a largo plazo de la temperatura del mar.
En este contexto, los investigadores recabaron datos relevantes en cuanto a la calidez del mar en la ciudad y notaron que durante la tarde del 4 de febrero el agua de la superficie promedió 24,1º C, el registro más alto desde el 2006.
“En superficie, las temperaturas medias en enero 2023 y 2022 fueron las más altas de los últimos 13 años con 18,6º C de promedio. En febrero de 2023 se registró el 2º valor medio más alto para ese mes (18,8º C), 2 centésimas menos que el que se registró en 2017”, explicó Juan Pablo Pisoni, oceanógrafo e investigador adjunto del CESIMAR-CONICET.
Acotó que “lo llamativo de este año fue que en varios días del inicio de febrero la temperatura fue muy alta. Del 1 al 12 de febrero se promedió 21,2º C en superficie alcanzando valores de 24,1º C durante la tarde del 4 de febrero, más de un grado de la máxima registrada hasta el momento”.
Para obtener estos datos, los científicos trabajan con 3 termistores que miden la temperatura del agua en la superficie, en el fondo y uno próximo al fondo que, además, controla la presión.
“El sistema está programado para que tome un dato cada 10 minutos, es mucha información que después hay que procesar”, aclaró el investigador, que destacó la colaboración de la Administración Portuaria de Madryn al cederles un espacio en el muelle.
En cuanto a los motivos por los que se registró este fenómeno durante el verano madrynense, Pisoni aventuró que, más allá de que quizás sea pronto para saber las razones, este verano fue particularmente cálido con días de temperaturas muy elevadas y de vientos débiles podría haber sido una de las razones.
“Cuando el viento sopla del sector oeste enfría la temperatura superficial porque expulsa el agua de la superficie hacia el centro del golfo y hace que ascienda agua de fondo la cual tiende a ser más fría, pero este verano tuvimos pocos días de viento de ese sector”, indicó.
Además, “siempre hay variaciones interanuales que están asociadas a fenómenos de mayor escala como el final de la Niña, pero es bastante aventurado decirlo ahora”.
Por último, en pertinente señalar que la estación del muelle Piedra Buena forma parte de uno de los nodos de la Red de Observación Marina Argentina (ROMA), que tiene como objetivo el monitoreo coordinado del área marina costera, desde el Estuario del Río de la Plata hasta la Antártida.