Según trascendió
desde la misma dependencia policial, hace ya dos semanas que no ingiere
alimento alguno y hace cuatro días que tampoco toma agua. Se llama Cristian
Alberto Scarpa, estaría a disposición del Juzgado Federal del doctor Gustavo
Lleral y su estado de salud a medida que va pasando el tiempo sin alimentarse
se va deteriorando. A tal punto que podría terminar siendo internado de
continuar con la medida.
Es el segundo caso en pocos días de un preso que inicia una huelga de hambre y posteriormente una huelga seca en la delegación Rawson de la Policía Federal; el anterior fue el de un hombre enfermo de cáncer, condenado a cuatro años en un proceso judicial similar; al que después que tomara estado publico su situación le dieron la prisión domiciliaria.
Scarpa pide que lo trasladen a un lugar en donde su detención no se vuelva una tortura y como ni siquiera lo han ido a ver de la Procuraduría Federal, que es un organismo que debería dedicarse a verificar la situación de encarcelamiento en la que se encuentran los detenidos por causas federales, ha optado por llevar adelante un modo de protesta extremo que es el no ingerir alimentos ni agua y hacer que su caso trascienda a la opinión publica.