El Tribunal Europeo de Derechos Humanos sentó un precedente histórico al condenar a Francia por considerar que el rechazo al sexo dentro del matrimonio puede justificar un divorcio. La sentencia, emitida tras analizar un caso del 2019, subraya la importancia del consentimiento mutuo en las relaciones sexuales, incluso dentro del matrimonio.
El caso involucra a una mujer nacida en 1955, quien presentó un recurso ante el Tribunal de Estrasburgo tras ser responsabilizada por la separación matrimonial debido a su negativa a mantener relaciones íntimas. El Tribunal de Apelación de Versalles, en su fallo inicial, argumentó que la mujer incumplió el «deber conyugal», lo que fue confirmado más tarde por la Corte Suprema de Francia.
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En su decisión, el Tribunal Europeo criticó duramente el artículo 242 del Código Civil francés, que permite considerar el rechazo al deber conyugal como una falta con consecuencias económicas. Según los magistrados, esta disposición es contraria a la libertad sexual y al derecho de cada persona a disponer de su propio cuerpo.
La sentencia destacó que el consentimiento matrimonial no implica la aceptación automática de relaciones sexuales futuras. Los jueces enfatizaron que imponer estas obligaciones constituye una violación de derechos fundamentales y puede considerarse una forma de violencia sexual.
Además, el fallo recalca que no existe justificación para que los poderes públicos interfieran en la vida sexual de los ciudadanos. Según el Tribunal, las decisiones de las cortes francesas carecieron de argumentos suficientes y no respetaron el equilibrio entre los intereses de las partes.
Fuente: DW.
Imagen: Ute Grabowsky/photothek/picture alliance.