“Tuvimos una lluvia importante de más de 40 milímetros en 48 horas, no tanto por la cantidad de lluvia caída en ese tiempo, sino porque en algunos horarios de la tarde la tormenta fue muy fuerte, cayeron unos 28 milímetros en pocos minutos y eso generó acumulación y anegamientos de algunas calles”, explicó De la Vallina.
“Levantó mucho el nivel de los cuencos, estuvimos en alerta durante toda la noche, casi hasta las 10.30, 11 que paró, listos para activar el protocolo, porque teníamos la cota arriba de los 6,80 metros y cuando la cota del Pluvial Muster sube más de 5,80 metros el agua empieza a retroceder como nos pasó en Pellegrini y Cambrin y Maipú”, reconoció.
“Tratamos de no abrir las bombas hacia el río porque eso provoca que las plantas potabilizadoras de Trelew, Madryn y Rawson dejen de potabilizar agua. Por suerte no descargamos aunque habíamos puesto en alerta a las cooperativas”, remarcó.
“El gran problema del día después es que los vecinos empiezan a llamar porque tienen agua en la calle y nosotros hasta que eso no se orea o escurre no podemos disponer de máquinas, además las canteras están húmedas y el material se pega a la caja de camiones, no se puede trabajar”, justificó.
“El pronóstico nos indica que entre hoy y el domingo y eso nos ayudará a que las calles se oreen más rápido”, destacó.
“No tuvimos ninguna información del área de Transporte que maneja el recorrido del transporte urbano sobre alguna dificultad, los pluviales y los sumideros trabajaron correctamente, más allá de algunos desbordes”, puntualizó.
“No es que la ciudad no está preparada para esta lluvia, pero en muchos puntos de la Provincia y del país vimos que tanta lluvia en tan pocos minutos no permite escurrir el agua con normalidad”, insistió De la Vallina.
