El Gobierno ajustó los impuestos al combustible, lo que provocó un nuevo incremento en los precios de la nafta y el gasoil, que ya acumulan un aumento significativo en lo que va del año.
Desde este domingo 1 de septiembre, los precios de la nafta y el gasoil experimentaron un nuevo incremento en todo el país. Este aumento se debe al ajuste parcial que aplicó el Gobierno a los impuestos sobre los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), impactando directamente en el costo final que pagan los consumidores.
En lo que va del 2024, la nafta y el gasoil ya acumulan un incremento del 81,61%, una cifra alarmante que refleja la presión inflacionaria sobre los combustibles.
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La medida adoptada por el Ejecutivo busca continuar con la política de ajustes graduales que se han venido aplicando desde junio, cuando el Gobierno decidió desdoblar los aumentos en los impuestos a los combustibles para mitigar su impacto en la inflación.
Las principales refinadoras del país, entre ellas YPF, Shell, Axion y Puma, trasladaron el incremento al precio final del combustible. Este ajuste incluye un aumento del 2% correspondiente a la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial, y una actualización del 1% en el impuesto a los combustibles líquidos.
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En la Ciudad de Buenos Aires, los precios del litro de nafta subieron en promedio un 3%, lo que refleja el mayor incremento registrado, en un intento de reducir la brecha con los precios del interior del país. Este nuevo aumento se suma a una tendencia que ha afectado el poder adquisitivo de los consumidores, generando preocupación por su impacto en la economía general.