La oposición denuncia represión tras la congelación de negociaciones para el ingreso a la Unión Europea y la intervención policial en oficinas de partidos.
Los opositores en Georgia se negaron a participar en debates televisivos convocados por el Gobierno este miércoles, después de que las fuerzas de seguridad registraran las oficinas de partidos y organizaciones que habían participado en las protestas antigubernamentales de los últimos días.
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El rechazo fue liderado por exministros de Exteriores, Mijaíl Dzhanelidze, y Defensa, Tinatin Jidasheli, ambos miembros del partido Sueño Georgiano, en el poder desde 2012. Los opositores denunciaron lo que calificaron como una «represión» por parte del gobierno, tras la suspensión de las negociaciones de adhesión a la Unión Europea (UE), anunciada la semana pasada.
Los exministros y otros líderes opositores habían sido invitados a participar en un debate televisivo con el primer ministro Irakli Kobajidze y el presidente del Parlamento Shalva Papuashvili, pero decidieron no acudir tras los registros policiales en sus oficinas y las de varias organizaciones aliadas.
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Registros policiales y represión
La Policía georgiana comenzó los registros en las oficinas de partidos de oposición, como el Movimiento Nacional Unido (MNU), Droa, Girchi y la Coalición por el Cambio, que han liderado las protestas contra el gobierno. El MNU, fundado por el expresidente encarcelado Mijaíl Saakashvili, denunció una «campaña de terror y represión total» por parte de las autoridades, acusando al régimen prorruso de Georgia de perseguir violentamente a los opositores.
El primer ministro Kobajidze, por su parte, minimizó la situación, asegurando que las autoridades tenían todo bajo control y que no permitirían una repetición del Maidán ucraniano en Georgia. Además, aseguró que los líderes opositores y las ONG no escaparían de su responsabilidad, refiriéndose a las protestas como una amenaza a la estabilidad del país. Según el gobierno, más de 300 personas han sido detenidas en el marco de las protestas que ya llevan más de una semana.
Fuente: DW
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