«Hemos determinado que los sectores que están siendo afectados con el desgaste de los elementos líticos momentáneamente serán cerrados» para visitantes, dijo la directora del Ministerio en Cusco, Maritza Rosa Candia.
Candia indicó que el alto número de transeúntes ocasiona el deterioro de los elementos líticos de tres sectores emblemáticos de la ciudadela, por lo que es necesario su cierre para darle mantenimiento, según la agencia de noticias AFP.
A la «Llaqta» (ciudadela en idioma quechua) llegan a diario entre 3.600 y 3.800 turistas locales y extranjeros, según el Ministerio.
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La funcionaria señaló que cerrarán los sectores de El templo del Cóndor, el Intihuatana -una pieza lítica tallada considerada sagrada para los incas- y el Templo del Sol, donde rendían homenaje y ofrendas al Sol dentro de Machu Picchu.
«El daño es irreversible, tenemos que proteger nuestro patrimonio», destacó la arqueóloga.
El complejo arqueológico, ubicado a 130 kilómetros de Cusco, a 2.438 metros de altura, fue construido en el siglo XV por orden del inca Pachacútec (1438-1470), y es considerado una obra maestra de la arquitectura e ingeniería.
Conocida como «la ciudad perdida de los incas», fue declarada en 1981 Patrimonio Histórico y Natural de la Humanidad por la UNESCO.
TELAM