El ataque de Israel a Irán volvió a dejar en evidencia cómo el paisaje geopolítico puede sacudir sin previo aviso los mercados financieros. A partir de la noche del 13 de junio, las bolsas en Europa, Asia y Estados Unidos vivieron una jornada de caída, en tanto el petróleo alcanzó su valor más alto en dos meses, aumentando casi 8% en pocas horas.
Este incremento en el crudo tiene varias vertientes. Por un lado, el Medio Oriente es la principal fuente de petróleo en el planeta, y cualquier evento que pueda llevar al cierre del estrecho de Ormuz —por donde atraviesa una quinta parte de la producción— pone en evidencia la vulnerabilidad de toda la cadena de suministros de petróleo.
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En Europa, los índices de Milán, París, Fráncfort y Madrid muestran retrocesos en torno al 1%. Por el lado asiático, el Hang Seng de Hong Kong cayó 1,1% y el Nikkei de Tokio 0,9%. Por eso, tanto en el Viejo Mundo como en Asia el clima de negocios atraviesa una caída generalizada en plena escalada bélica.
En Wall Street, el golpe también alcanzó a las empresas argentinas que cotizan en Nueva York. La caída más pronunciada fue para Edenor, que retrocedió 5,5%. Por su parte, el dólar blue en Argentina alcanzó los $1190, en tanto los financieros están en torno a $1180, en un marco de inestabilidad tanto en el mercado de divisas como en el de deuda soberana.
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El petróleo, en tanto, vivió una jornada de auge. El Brent subió 7,55% hasta US$ 74,72 y el West Texas Intermediate 7,77% hasta US$ 73,29. Según los analistas, el incremento tiene que ver tanto con el ataque de Israel como con el temor de que el paso de Ormuz pueda quedar bloqueado en represalia, aumentando así el riesgo en el transporte de crudo hacia el resto del mundo.
Fuente: TN.