Astrónomos estudian el fenómeno del quenching, clave para entender cómo gigantes del universo temprano detuvieron su formación estelar, desafiando los modelos tradicionales de evolución galáctica.
MIRÁ TAMBIÉN | Spotify Wrapped 2024: Enterate quién fue el artista más escuchado
Las galaxias elípticas, esas enormes estructuras cósmicas que emergieron en el universo temprano, han intrigado a los científicos por su rápido crecimiento y la abrupta interrupción de su formación estelar. Estas galaxias, carentes de la estructura definida que caracteriza a otras como la Vía Láctea, parecen haber acumulado estrellas en un breve periodo, para luego «apagar» su actividad.
Investigaciones recientes, lideradas por proyectos como ConTExt y Red Cardinal, han arrojado luz sobre este enigma. Según Sune Toft, director del primero, las galaxias elípticas habrían comenzado como starburst, creando miles de estrellas al año, mucho más que la modesta producción de una estrella anual de la Vía Láctea. Sin embargo, su evolución contrasta con los modelos tradicionales que sugieren un crecimiento gradual mediante la fusión de galaxias pequeñas.
El fenómeno conocido como quenching, o apagado de la formación estelar, parece ser clave en esta interrupción. Sirio Belli, líder del proyecto Red Cardinal, observó con el Telescopio Espacial James Webb (JWST) un viento de gas expulsado de una galaxia masiva 2.600 millones de años después del Big Bang. Esta expulsión, posiblemente provocada por la actividad de un agujero negro supermasivo en el núcleo galáctico, elimina el gas y el polvo necesarios para crear nuevas estrellas.
MIRÁ TAMBIÉN | La Unión festejó su quinto triunfo seguido en la Liga Argentina de Básquet
“Cuando una galaxia alcanza unas 100 mil millones de masas solares, todas ellas se extinguen. No vemos galaxias masivas actuales que formen estrellas”, señaló Belli, destacando el papel decisivo de los agujeros negros en este proceso.
El futuro del estudio de las galaxias elípticas estará en manos de herramientas como el European Extremely Large Telescope (ELT), que entrará en operación en Chile en 2028. Este avanzado instrumento permitirá medir con precisión las tasas de formación estelar y explorar el interior de estas estructuras con un detalle sin precedentes.
Comprender el quenching y el rol de los agujeros negros no solo resolverá el misterio de estas galaxias, sino que también ofrecerá una visión más profunda de la evolución del universo y su historia estelar.
Fuente: Infobae
Foto: Archivo