Ulán Bator vive jornadas de tensión con manifestaciones que exigen la dimisión del primer ministro de Mongolia, Luvsannamsrain Oyun-Erdene. La ciudadanía lo acusa de corrupción, especialmente por los lujos ostentados por su hijo, Temuulen, y su pareja.
Cientos de personas, mayoritariamente jóvenes, se han concentrado en el centro de la capital con consignas como “demuestra tus ingresos, dimitir es fácil”. El movimiento crece y cuenta ya con más de 58.000 firmas en una petición que exige su renuncia.
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La Oficina del Primer Ministro rechazó las acusaciones y las calificó de “campaña de descrédito”. Sin embargo, la presión aumenta y tres diputados del Partido Democrático, aliado de gobierno, respaldaron públicamente las protestas.
Oyun-Erdene asumió el cargo hace menos de un año tras el triunfo del Partido Popular Mongol (PPM) en las elecciones parlamentarias de 2024. Su gestión ahora se ve amenazada por el creciente descontento social y las divisiones dentro de la coalición.
También se han registrado contramarchas de ciudadanos que apoyan al primer ministro, en un escenario de creciente polarización política. La situación sigue siendo volátil y pone en jaque la estabilidad del gobierno mongol.
Fuente: DW.
Imagen: Byambasuren Byamba-Ochir/AFP/Getty Images.