Corea del Norte lanzó una investigación de alto nivel tras el hundimiento parcial de su segundo destructor naval, durante la ceremonia de botadura en el astillero de Chongjin. El régimen calificó el incidente como un “acto criminal imperdonable” y busca responsables directos por lo que considera un grave caso de negligencia.
El accidente ocurrió el miércoles 21 de mayo, cuando una cuña de transporte en la popa se soltó antes de tiempo, provocando que el buque de 5.000 toneladas se volcara y quedara sumergido en gran parte. Imágenes satelitales confirman el daño, con el casco cubierto por lonas azules y parte de la estructura bajo el agua.
Aunque la agencia estatal KCNA aseguró que los daños no son graves y que el destructor podrá ser reparado en diez días, el líder Kim Jong-un expresó furia por lo ocurrido. El régimen identificó la causa del incidente como una combinación de «imprudencia, irresponsabilidad y empirismo poco científico».
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La primera medida fue citar al gerente del astillero de Chongjin para rendir cuentas ante las autoridades. El gobierno señaló también al Departamento de la Industria de Municiones del Partido de los Trabajadores como uno de los organismos potencialmente responsables.
En un país donde los fallos suelen ocultarse para no afectar la imagen del régimen, esta admisión pública del accidente pone de manifiesto la magnitud del enojo en la cúpula norcoreana. Sin embargo, los analistas advierten que el hermetismo y el control informativo dificultan confirmar la versión oficial.
Fuente: DW.
Imagen: 2025 Planet Labs PBC/REUTERS.