Las redadas masivas en Estados Unidos, impulsadas por el gobierno de Donald Trump, desataron una ola de protestas en distintas ciudades del país. Bajo consignas como “No existen las personas ilegales”, miles de personas se movilizaron en rechazo a las políticas antiinmigración, mientras crece la represión en urbes gobernadas por demócratas, como Los Ángeles, Chicago y Nueva York.
En ese contexto, Jorge Cabrera, jefe de prensa de la Coalición Pro Derechos Humanos del Inmigrante, advirtió en declaraciones a RFI que “lo que quieren es cambiar la faz de la sociedad estadounidense a una que sea mucho más blanca y europea”.
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Según Cabrera, más de 350 personas fueron detenidas en los últimos días, afectando directamente a cientos de familias: “Hay comunidades enteras que están con ‘Ay, Dios mío’ en la boca, porque no saben si los oficiales de inmigración van a llegar en cualquier momento”.
El gobierno estadounidense desplegó 4.000 guardias nacionales y 700 marines para contener las protestas, una medida calificada por organizaciones civiles como una “situación de guerra”. Cabrera afirmó que esta respuesta represiva “no se había visto en décadas” y denunció que “están yendo tras trabajadores, gente mayor, mujeres trabajadoras y personas enfermas”.
Líderes demócratas, incluido el expresidente Barack Obama, criticaron públicamente la política de deportaciones. Trump, en tanto, comparó a los migrantes con “armas de destrucción masiva”, profundizando la tensión social en un año clave para la política estadounidense.
Fuente: RFI.