El robo fue perpetrado en cuestión de segundos por un solo ladrón, que en la esquina subió a una moto de color blanco, de 125 cilindradas, en la que él y el cómplice que lo esperaba emprendieron la huida hacia el este de la ciudad.
El hecho sucedió en jurisdicción de la Comisaría Segunda antes de las once de la mañana. Ocurrió a 50 metros del edificio de tribunales; en la intersección de avenida 9 de Julio y Rivadavia. Fue cuando la víctima, un empleado de la empresa “Andina S.R.L.”, bajaba del coche de su jefe, uno de los responsables de la firma, que lo había acercado hasta la entidad bancaria para hacer el depósito del dinero que le terminaron sustrayendo.
El delincuente que le robó era un sujeto bajo, de contextura física robusta, joven y vestía en la parte superior un buzo con capucha. Así lo habría descripto el empleado al que le manoteó la bolsa con el dinero que iba a ser depositado en concepto de pago a proveedores, según se indicó.