Con un pasado lleno de desafíos y escapes cinematográficos, Scrim, el perro callejero de Nueva Orleans, divide a la ciudad entre quienes quieren capturarlo y quienes defienden su libertad.
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Scrim no es un perro cualquiera. Este callejero mestizo de Terrier, conocido por su cabello enmarañado, una oreja desgarrada y faltantes dientes, ha desafiado las normas de la convivencia animal urbana para convertirse en un ícono en Nueva Orleans. Su más reciente hazaña, lanzarse desde una ventana a cuatro metros de altura para escapar de un hogar adoptivo, quedó registrada en video y se volvió viral, consolidando su estatus de leyenda local.
A pesar de su aspecto desaliñado y una salud precaria —incluso se descubrió que tiene balas alojadas en su cuerpo—, Scrim muestra una energía y tenacidad inigualables. En sus constantes escapatorias, ha logrado evadir a un ejército de rescatistas armados con redes, binoculares nocturnos y cámaras térmicas, dejando tras de sí una historia que cautiva a todos.
Scrim no busca un hogar ni ser la mascota de nadie. Quiere libertad. Desde abril, cuando escapó de un refugio tras ser rescatado de una vida casi salvaje, ha deambulado por la ciudad, burlando todas las estrategias para recapturarlo. Entre los fanáticos de este perro viajero, un matrimonio incluso le dedicó una balada, titulada «Oda a Scrim», al ritmo de la clásica canción «I’m a Travelin’ Man».
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Michelle Cheramie, una incansable rescatista que encontró su vocación tras perder todo durante el huracán Katrina, lidera los esfuerzos para atrapar a Scrim. Desde su refugio Zeus’ Rescues, organiza redes de voluntarios y despliega recursos tecnológicos como cámaras trampa y sensores térmicos, invirtiendo miles de dólares en la causa.
Entre los voluntarios destaca Tammy Murray, quien adaptó una Vespa para acercarse sigilosamente a Scrim luego de que el perro reconociera el sonido del motor de su camioneta. Sin embargo, todos sus intentos han sido en vano; Scrim parece siempre ir un paso adelante.
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La historia de Scrim ha generado una división en la opinión pública. Mientras el equipo de Cheramie busca capturarlo para brindarle seguridad, un grupo de seguidores que usa la etiqueta #FreeScrim en redes sociales argumenta que debería poder vivir según sus propios términos.
“Las calles de Nueva Orleans no son lugar para un perro libre. Es demasiado peligroso”, afirmó Cheramie, mientras que sus admiradores insisten en que la libertad de Scrim es su esencia.
A pesar de los constantes intentos por atraparlo, Scrim continúa burlando las trampas y viviendo la vida que eligió. Su historia es más que un relato sobre un perro callejero; es un recordatorio de que incluso los más pequeños pueden desafiar todas las expectativas.
Fuente: TN
Foto: TN (Captura de pantalla)